CAMINANDO, AL VIAJERO LE BROTAN DE SUBITO ALAS EN EL ALMA Y DESCONOCIDOS MUNDOS EN EL MIRAR

jueves, 18 de mayo de 2017

ENTORNO A ORBANEJA DEL CASTILLO

En un prodigioso y espectacular meandro escavado por el río Ebro en la provincia de Burgos, encontramos el hermoso pueblo de Orbaneja del Castillo, perteneciente al municipio de Valle de Sédano y enclavado en plena comarca de Páramos. Comenzamos una ruta que nos llevará por el entorno de Orbaneja, visitando los Chozos de Estilla y atravesando las elegantes Hoces del Ebro. Es día 16 de mayo de 2017. Pincha en el "play" y comenzamos.

Los primeros pasos los damos sobre las nítidas y transparentes balsas y pozas naturales que entregan sus aguas al Ebro.
Nos enmarcamos en la espléndida y llamativa cascada 
que se desliza por la toba cubierta de musgo
desde unos 25 metros de altura desde lo alto del pueblo,
donde un chorro de agua pura surge del interior de la tierra en la llamada Cueva del Agua.
Todos los datos del itinerario los podeís encontrar en el mapa y en el siguiente enlace: POR EL ENTORNO DE ORBANEJA 
Tras haber disfrutado del mayor atractivo de Orbaneja, ascendemos por la última calle del pueblo, entre admirables fachadas con bonitas solanas y galerías,
hasta escuchar los "tañidos" del campanario entre el maremágnum de tejados 
y alcanzando, al final de la calle, el interior de su pequeña Ermita.
Caminamos por la Senda de los Chozos, en un increíble e inverosímil balcón natural con magníficas y excelentes vistas de Orbaneja
y las Hoces del Ebro.
La temperatura de esta hermosa mañana nos hace agradable el camino
y como dice el refrán "mayo entrado, un jardín en cada prado",
vamos disfrutando de los poderosos y recios colores que la primavera nos regala.
Enseguida llegamos a una pronunciada revuelta entre encinas, que nos encauza
hasta lo mas alto del páramo, volviendo a disfrutar de la estupenda panorámica sobre Orbaneja.
Las vistas se expanden por la amplia paramera
alcanzando varias y pintorescas construcciones de piedra: los Chozos de Estilla
Varias de ellas, las encontramos en ruinas
pero otras se encuentran en buen estado de conservación.
En el lugar queda patente nuestro retrato,
mientras merodeamos por estos pequeños inmuebles de techos cónicos de lajas de piedra,
que servían de refugio a los pastores y de custodia de sus aperos.
A nuestros pies siguen surgiendo auténticas bellezas
mientras un paisaje audaz y ambicioso se llena de vida a nuestro alrededor.
Tras un pequeño "tentenpie" volvemos a la senda
sobre grandes corrales y cercos de piedra en el Barranco de Valdelaguna.
En esta zona hay que extremar y cuidar la orientación,
intentando no cambiar de dirección y buscando continuamente las zonas mas claras y desahogadas en nuestro avance.
Hemos tomado el Páramo de Bricia, donde las dudas nos asaltan ante la estampa de esta edificación, no sabiendo muy bien si estamos delante de las ruinas de un chozo pastoril o sobre las longevas piedras de alguna "trinchera" sita en estos lares.
Tras la pequeña polémica, giramos hacia el sur por el Camino de Villaescusa de Ebro
descendiendo agradablemente por un océano de encinas
con innumerables destellos de colores
y entre adorables aromas de las diferentes especies vegetales.
Nos internamos por una hermosa pradería con vistas a la parte alta del cañón
descolgándonos por un suave bosque de quejigos 
entre la tranquilidad y quietud que atesora el sesteo de este conjunto vacuno.
Espectaculares farallones y una pronunciada pendiente nos instalan
sobre el puente de la pequeña localidad de Villaescusa de Ebro
donde podemos admirar a un jovencísimo Ebro.
Atravesamos su agraciado y bonito caserío
con casas de influencia montañesa
y solanas y balcones de madera bien cuidados.
Abandonamos el pueblo entre viejas construcciones
y bucólicos rincones que el Ebro nos ofrece.
Cruzamos tierras de labor bajo los colosales farallones rocosos,
mientras el sendero se pierde entre el frescor de la exuberante vegetación
que crece desde la misma ribera del río
y que permite crear un delicado y placentero espacio donde asoman y aparecen estas pequeñas maravillas naturales.
Nos asomamos hasta la Cascada del Tobazo, encontrándola estéril e improductiva debido a la profunda sequía que padecemos durante todo el año.
Seguimos las marcas rojas y blancas del GR-99
entre pequeños y caprichosos pontones.
Envueltos entre la frescura del bosque
abordamos el edificio de la Electra del Tobazo
por donde se descuelgan pequeños arroyos
que van sumando y agregando caudal
a este maravilloso Ebro.
Seguimos escrutando estas hermosas tierras
que nos van intercalando entre la espesura de pequeños pinares
y que mas adelante nos asombra la sensación diáfana de estos árboles espectaculares.
Atravesamos un pequeño y apacible hayedo
que nos introduce en la serenidad e imperturbabilidad de este precioso rincón
junto al río.
Continuamos con el deleite de esta sosegada arquitectura vegetal
en el que se infiltra, desde las alturas, las gigantescas formaciones calizas,
mientras,desde el subsuelo, emergen hercúleos y descomunales árboles. 
Nos topamos con un soberbio escenario de hechizo y de magia
en el que el río Ebro, es y ha sido el principal protagonista.
La senda se abre y se aclara entorno a pequeños huertos
que nos dejan ver los famosos y pétreos "Camellos de Orbaneja",
Embalados y envueltos en un túnel vegetal
alcanzamos el puente de cemento en Orbaneja
sobre el intérprete, actor principal e hilo conductor de esta interesante aventura: el río Ebro
Tras un estupendo menú en uno de los muchos restaurantes del pueblo, recorremos sus calles
su Iglesia Parroquial
y sus hermosas casas.
Nos resistimos a abandonar este remanso de paz 
situado en un precioso meandro del Ebro, encaramado en la ladera del cañón y que constituye una sorpresa inesperada, convirtiéndolo en uno de los pueblos mas bonitos de España.
Saludos de COMANDO SENDERISTA a tod@s caminantes.
Hasta una nueva aventura. 
ÁLBUM DE FOTOS: ORBANEJA DEL CASTILLO

1 comentario:

  1. que envidia!!! me la apunto de deberes!!! una gozada!!!enhorabuena por la ruta y el reportaje!

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